Tengo un corazón que no se cansa de extrañarla

Bogotá, 22 de junio de 2006

Anoche estuve en el apartamento de un viejo amigo, Germán Plata, aqui en Bogotá, con quien compartimos 6 años de vida y trabajo en el Magdanena Medio. Este historiador, volcado a la causa de los pobres, es un músico de esos que llevan el bambuco, la cumbia y la salsa en la sangre.

La cena tenía como única escusa volver a vernos después de muchas lunas de andar cada uno por tierras ajenas. Fue muy rico compartirle de la caravana y lo que había encontrado en el corazón de los colombianos y colombianas que partieron de estas orillas hace ya 4o y más años. Mientras él me escuchaba contarle una tras otra las experiencias del viaje, se levantó, pasó su mano segura sobre los CDs, sabiendo lo que quería. Cuando lo encontró me dijo: "escuche esto y dígame si no es hermoso". Sacó del estuche el CD, lo colocó en el equipo y empezó a deslizarse en mis oidos esta música que dice así:

Vengo de una tierra que le sobra corazón y voluntad,
Sueño con el día en que le sobre la razón para cantar,
Tengo dos pretextos que me esperan,
Para regalarme su mirada.

Tengo cada vez más recompensas,
Tengo cada vez menos palabras,
Vengo de un lugar, de una región que está embrujada,
Por los indios que se niegan alejarse de su raza.

Llevo 20 años aprendiendo a valorarla,
Y en los tiempos de mi infancia parecía tener mas magia.

Tengo mil pretextos que me esperan,
Para regalarme su mirada,
Tengo cada vez más recompensas,
Tengo cada vez menos palabras.

Tengo un corazón que no se cansa de extrañarla,
Tantos sueños y esperanzas que se quedan en el alma,
Tengo a un país atravesado en la garganta,
Que no deja que me vaya acostumbrando a la distancia.

Vengo de un lugar, de una región que está embrujada,
Por los indios que se niegan alejarse de su raza.
Tengo a un país atravesado en la garganta.
Que no deja que me vaya acostumbrando a la distancia.

Vengo de un a tierra que le sobra corazón y voluntad.

Esta música es de una colombiana que vive en New York desde hace 20 años, y se llama Marta Gómez. Ella escribe con el alma sobre su tierra colombiana que " no se cansa de estrañarla". esta músca la llamo CONFESION. Tiene un sitio en la web www.martagomez.com .

Les envío esta letra, pues de muchas formas, Uds me dijeron lo mismo con otras palabras y está colombiana en New York le puso música y se oye hermosísimo.